Dificultad de cuidado: Fácil. Es una planta de bajo mantenimiento, ideal para interiores.
Hábito: Herbácea y perenne, de crecimiento compacto. Su forma densa y redondeada la hace perfecta como planta de mesa o de estantería.
Ubicación: Interior, en un lugar con luz indirecta brillante. Puede tolerar lugares con luz media, pero evita la luz directa intensa, ya que puede quemar sus hojas.
Temperatura: Prefiere temperaturas templadas, entre 18-24 °C. No le gusta el frío extremo, así que es ideal mantenerla alejada de corrientes frías y temperaturas por debajo de 10 °C.
Sustrato: Ligero y con buen drenaje. Una mezcla para plantas de interior o suculentas funciona bien; puedes agregar un poco de perlita para mejorar el drenaje.
Riego: Moderado y regular, pero sin encharcar. Riega cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto. Es sensible al exceso de agua, así que asegúrate de que la maceta tenga buen drenaje.
Fertilizantes: No es muy exigente en cuanto a fertilización, pero puedes añadir un fertilizante balanceado diluido cada mes durante primavera y verano para fomentar un crecimiento saludable. Se destaca por: Sus hojas gruesas y carnosas de color verde oscuro (algunas variedades tienen hojas variegadas en tonos crema). La Peperomia obtusifolia es una planta decorativa y resistente.
Recomendaciones: Es ideal para interiores con poca luz natural y alta humedad, por lo que también puede adaptarse a baños o cocinas. Además, es una planta de bajo mantenimiento y resistente a plagas.
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